¿Cómo se llegó de esto ….. a esto?
Estimado clientes y lectores:
Nos estrenamos con nuestro primer post y cómo no, hemos pensado en contaros alguna curiosidad, que imaginamos muchos de vosotros ya conoceréis de nuestro destino: Benidorm.
De lo que era a lo que es…
El cambio experimentado ha sido también criticado por los ecologistas, por la sobre explotación del mar y la tierra… Pero, en su gran mayoría, ha sido elogiada, por responder a una necesidad concreta, adaptar la oferta a la demanda y reducir su impacto aumentando la densidad de los edificios y lograr ser uno de los pocos casos en Europa que logra colgar el cartel de lleno casi todo el año,
en verano de la mano de los jóvenes y las familias y en invierno gracias, sobre todo, a mayores y jubilados…
La evolución de un pueblo pesquero al Manhattan mediterráneo.
Benidorm, la ciudad con más edificios altos por habitante del mundo; la segunda ciudad con más edificios altos construidos, solo por detrás de Nueva York. El lugar en el que se ubican la mayoría de los primeros edificios en altura del ranking español, sólo tras las cuatro torres madrileñas del Paseo de la Castellana, y ya sean estos residenciales u hoteles. Aquí destacan el inacabado InTempo, el Gran Hotel Bali, el postmoderno Lúgano, el brutalista Neguri Gane y un etcétera que hace las delicias de los amantes de la arquitectura.
La ciudad de veraneo por excelencia del turismo extranjero, los guiris, el chiringuito, los viajantes del Imserso entre otros, no siempre fue así.
Antes de 1950 era un pequeño pueblo marinero que tenía ésta pinta. Nadie daba un duro por él.
Sus apenas 2.000 habitantes no tenían otro trabajo más allá de la pesca, las olivas y los limoneros.
El pueblo recibía algunos turistas pero apenas se contaban un par de hoteles y alguna que otra pensión. Ni siquiera tenía suministro de agua potable.
Entonces ¿cómo se llegó de esto ……. a esto?
Pues gracias a Don Pedro Zaragoza Orts. El alcalde que inventó la ciudad que hoy
conocemos.
Pedro Zaragoza entendió en un momento lo que no se sabía todavía, el turismo de masas. Su gran capacidad de entender aquella nueva realidad le llevó proyectar toda una serie de obras y mejoras en la ciudad y ser el gran artífice del proceso de transformación de un modelo local. En 1956 presentó el Plan General de Ordenación Ur
bana que abarcó todo el territorio municipal y que sigue vigente hoy en día….
Se dibujó un trazado de grandes de avenidas con un plano en forma de damero (tablero del juego de damas), inspirado en el urbanismo barcelonés, y que preparó para crecer verticalmente.
El lugar elegido era la zona de Levante donde la orografía era menos accidentada que en la zona de Poniente. Fue clave la apertura de la avenida del Mediterráneo que era una avenida enorme que tiene 70 m
etros de separación de edificio a edificio; esto planificado en un pueblecito de 3.000 habitantes era una barbaridad. El boom de la construcción vertical se inició en 1959 con los llamados edificios tranvía, bloques de un máximo de 5 plantas perpendiculares al mar y retirados 5 metros de los límites de la parcela.
La cosa empezaba a funcionar y los tour operadores europeos no daban abasto ante la demanda de paquetes vacacionales, incluso llegaron a convertirse en inversores poniendo dinero en hoteles para aumentar a toda costa el número de habitaciones y camas disponibles.
Pero solo con urbanismo no se traen turistas y fue cuando Pedro Zaragoza se destapó como un genio del marketing. Regalo botellas de vino marca “Sol de Benidorm” a cientos de personalidades, incluida la Reina de Inglaterra, llenó Alemania de señales de tráfico indicando los kilómetros hasta Benidorm …. , invito a una familia de lapones noruegos y los paseos por todo el municipio arriba y abajo, vestidos con sus trajes tradicionales durante una semana, lo que le valió colarse en las portadas de toda la prensa nórdica.
Por supuesto se inventó el Festival de la Canción de Benidorm de dónde despegaron carreras como la de Raphael o Julio Iglesias .
Fue el pionero con las campañas de promoción de Benidorm porque prácticamente no se hacían campañas de publicidad a nivel gubernamental ni a nivel privado.
Ya en 1963 y espoleado por la inversión extranjera Benidorm emprende el camino a convertirse en la ciudad de los rascacielos. El modelo se basó en la teoría de “la caja de tabaco” expuesto por los arquitectos Paco Muñoz y Luis Rodríguez, Un tipo de desarrollo que planteaba levantar edificios muy altos con una proporción de anchura ajustada a la superficie del suelo ocupado.
El modelo se fusionaba la perfección con la cuadrícula urbana y favorecía la distancia entre edificios, tanto como para que ni siquiera se proyectaran sombra entre ellos.
Ese año llegaría el primer gran edificio de Benidorm la torre Coblanca, que se convertía en el primer gran edificio con 30 plantas y 94 M de altura.
Benidorm ya nunca para de crecer y 60 años más tarde sigue desarrollando ese plan urbano del alcalde Zaragoza que le llevó del suelo al cielo.
Hasta el próximo post.
El equipo de marketing de tu hotel en Benidorm.
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